EL ESTRÉS ANTES DE LA COMPETENCIA
La mayoría de las personas practica un deporte por el simple placer de divertirse con otras que comparten ese mismo interés. Pero no siempre se trata de diversión y juego. En los deportes en la escuela secundaria, en los clubes, o en el alto rendimiento mismo, puede existir muchísima presión. Muchas veces por la sensación de que un padre o entrenador espera que siempre ganes.
Pero otras por la presión que uno mismo se impone; algunos competidores son demasiado duros y exigentes consigo mismos. Y las circunstancias individuales pueden sumar todavía más estrés: tal vez haya un seleccionador de la universidad donde te gustaría cursar estudios superiores observándote desde las gradas.
Independientemente de cuál sea la causa, la presión por ganar puede a veces estresarte a tal punto que ya no te resulte divertido competir.
¿Cómo puede repercutir el estrés en el rendimiento deportivo?
El estrés es la sensación que experimentamos cuando reaccionamos a determinados hechos. Es la forma que tiene el cuerpo de reaccionar ante un problema y prepararse para enfrentar una situación difícil con concentración, fuerza, energía y un estado de mayor alerta. Un poco de estrés o el tipo adecuado de estrés, es decir, un estrés positivo, puede ayudarte a mantenerte alerta, preparado para reaccionar.
Los hechos que provocan estrés se denominan estresores o estresantes y abarcan un amplio abanico de situaciones; desde un peligro inminente hasta el momento de ofrecerse para lanzar el tiro libre que podría ganar un partido. El estrés también puede ser una respuesta a un cambio o la anticipación de algo (bueno o malo) que está a punto de ocurrir. Una persona puede sufrir estrés ante retos positivos, como ser seleccionado para formar parte del equipo escolar, así como ante retos negativos.
El distrés es una forma de estrés perjudicial que sufrimos cuando tenemos que adaptarnos a muchas exigencias negativas. Supón que ayer por la noche discutiste con un buen amigo, ésta mañana te has dejado los deberes en casa y a la tarde tienes un importante partido de tenis. Haces un esfuerzo por prepararte psicológicamente para el partido, pero no lo consigues. ¡Estás demasiado estresado! Vivir continuamente con mucho estrés puede dejarte sin energías y motivación.
El eustrés es el estrés positivo que surge ante el reto de formar parte de algo que disfrutas, pero para lo cual debes trabajar duro. El eustrés motiva y da energía; aporta esa chispa saludable necesaria para rendir en toda actividad que emprendes.
¿Qué puedo hacer para controlar las presiones?
Cuando comiences a sentir el estrés que provoca la competición, prueba las siguientes técnicas de relajación:
Respiración profunda: Busca un lugar tranquilo para sentarte. Inspira lentamente por la nariz, llenando completamente los pulmones. Contén la respiración aproximadamente cinco segundos y luego espira lentamente. Repite el ejercicio cinco veces seguidas.
Relajación muscular: Contrae fuertemente (flexiona) un grupo de músculos. Mantenlos tensos durante aproximadamente cinco segundos y luego relájalos. Repite el ejercicio cinco veces, eligiendo distintos grupos musculares.
Visualización: Cierra los ojos e imagina un lugar o acontecimiento del pasado que te transmita paz. Evoca las vistas bonitas y los sonidos tranquilizadores. Imagina que la tensión se disipa de tu cuerpo. También puedes visualizar el éxito. Los asesores de los deportistas profesionales a menudo les aconsejan imaginarse a sí mismos haciendo un buen pase, encestando o metiendo un gol una y otra vez o una técnica efectiva. Luego, el día de la competencia, podrás evocar esas imágenes para calmar los nervios y reforzar la confianza en ti mismo.
Pensamiento positivo: Aleja los pensamientos negativos. Independientemente de que te estés preparando para una competición o enfrentándote a una derrota, repítete a ti mismo: "¡Aprenderé de mis errores!" "¡Controlo mis sentimientos!" "¡Puedo conseguirlo!".
Cuando el deporte te resulte demasiado estresante, desconéctate de la presión. Ve al cine o quédate con tus amigos. Céntrate en algo completamente diferente.
OTROS CONSEJOS IMPORTANTES PARA ENFRENTAR LOS NERVIOS PREVIO A LA COMPETENCIA.
Es habitual que antes de la competición experimentemos cambios en nuestro sistema nervioso a causa de la prueba que el cerebro percibe como una situación estresante. Entonces, los nervios son algo frecuente, sobre todo, si eres principiante compitiendo. Para que la situación emocional no altere tu desempeño, te damos algunos consejos para enfrentar los nervios previos a la competición de manera exitosa.
Conoce la competición: familiarizarte con la prueba en sí reduce la ansiedad y el miedo que solemos tener ante lo desconocido, por ello, reduce los nervios. Para conocer la competición puedes usar un día de entrenamiento para ensayar la competición tal cuál va a ser, con el calzado, las comidas y todo aquello que planeas realizar el gran día.
Imagina el día de la competición: reproduce en tu mente el recorrido, los horarios y todo aquello que pretendes realizar el día de la competición, lo cual también ayudará a reducir la ansiedad porque podrás sentir un mayor control sobre el desafío al que te enfrentas así como también, lo volverás más familiar. Cuánto menos dejes al azar mayor seguridad y menos nervios tendrás.
Se realista: si te marcas al momento de entrenar un objetivo viable para ti, el día de la prueba tendrás menos riesgo de sentirte inmerso en una situación que te supera, lo cual reducirá los nervios y el temor. Si eres realista y fijas objetivos reales, la competición también será real y viable para tú cuerpo, entrenamiento y demás.
Reduce la presión: generalmente somos nosotros los mayores responsables de nuestros nervios, porque con frecuencia somos extremadamente exigentes con nosotros mismos, algo que podemos solucionar pensando en ser más flexibles, en disfrutar y en que siempre la prueba servirá para ayudarnos a crecer más allá de los resultados que obtendremos.
Actividad relajante: necesitas descansar y para ello también es importante que te relajes, para lograrlo puedes usar técnicas de respiración o alguna otra actividad recreativa como leer, escribir, cocinar, caminar o mirar una película. Algo que distraiga tu cabeza y ayude a liberar tensiones.
Los nervios previos a la competición son algo muy normal, pero dado que producen aumento en la frecuencia cardíaca, aumento de la sudoración, aumento de circulación sanguínea en los músculos y menor aporte de sangre en otras partes del cuerpo, pueden afectar realmente nuestro desempeño. Por eso, los consejos antes dichos te ayudarán a enfrentar los nervios precompetitivos exitosamente, conservando el rendimiento y la estabilidad para el día de la prueba.
¡QUE TENGAS MUCHO ÉXITO!
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