ARTES MARCIALES Y LOS BENEFICIOS EN LOS NIÑOS 

Es importante mencionar el desarrollo de las capacidades motrices de los niños, en la practica de un deporte marcial o deporte de contacto. Además de beneficiar a los niños desde el punto de vista meramente físico hace un significante aporte en la parte de la mente, del alma y el espíritu, muchas veces los niños son llevados por sus padres ante un profesor de artes marciales o deporte de contacto, a un dojo, escuela o gimnasio, por motivos de querer aliviar diversos problemas que en ese momento lo pueden aquejar, entre ellos: La falta de concentración, exceso de impulsividad, baja autoestima, falta de socialización con los compañeros o bien que es víctima de bullying, por ser demasiado tímidos e introvertidos. Otras veces para mantenerlo ocupado en sus momentos de ocio. 

Para todos estos problemas la práctica de las artes marciales como deporte puede ser la solución para los practicantes. (según recomendaciones de especialistas en psicología).

El trabajo de las artes marciales crea guerreros en cuerpo y mente, y comenzar en edades tempranas le proporcionará al niño (a), una serie de herramientas que le servirán cuando sea adulto, para templar su carácter, sentirse más controlado y más seguro. 

Cualidades que desarrolla el niño (a) con la práctica de artes marciales como un deporte: 

- Autoestima, - Disciplina y respeto, - Concentración y perseverancia, - Tolerancia.

CONCENTRACIÓN Y PERSEVERANCIA:

Estos son requisitos muy importantes en la práctica marcial, ya que si no cuentas con la debida atención y concentración será imposible que aprenda las técnicas que su instructor le enseñe, y perseverancia por que la práctica marcial exige una constante repetición de los gestos técnicos para poder primeramente aprenderlos, hacerlos propios, perfeccionarlos y por ultimo dominarlos.

DISCIPLINA Y RESPETO:

La disciplina es el bastión principal dentro de las artes marciales, es importante inducir al niño a ser disciplinado y esto consiste en poner en practica el respeto hacia los demás, la puntualidad, el auto control, la perseverancia y muchos otros aspectos que vienen a ser del individuo una persona capaz de convivir con la sociedad sin el menor problema.

TOLERANCIA:
El niño a través de las artes marciales aprende a respetar la forma de pensar, sentir y actuar de otros apreciando sus ideas, o simplemente aprenden a hacer criticas meramente constructivista sin daño alguno al pensamiento ajeno.

AUTOESTIMA:
El niño aprende a valorarse así mismo, conocer sus capacidades y tratar de superarlas con el objetivo de ser cada día mejor y en verdad que lo aprende no con el propósito de satisfacer las necesidades de los demás sino con la intención de apreciar sus habilidades y destrezas, aprecia su cuerpo, su mentalidad y por lo tanto aprecia su forma de ser, sentir y entender.

EL KARATE DO COMO TERAPIA EN LOS NIÑOS

Existen numerosos estudios que muestran el efecto beneficioso de las actividades físicas y deportivas en las personas de acuerdo a cada una de sus necesidades y posibilidades. Dentro de estas actividades también se ha investigado la práctica de las artes marciales de forma especial sobre grupo de personas que puedan tener retraso de desarrollo, sobre niños invidentes, niños hiperactivos, niños con problemas de psicomotricidad y comunidad joven de diferente índole, y los resultados de dichas investigaciones han encontrado resultados interesantes.

Ahora también se ha empezado a evaluar los efectos terapéuticos de las artes marciales para problemas psicológicos, emocionales y físicos, y ya existen estudios que demuestran su efectividad para ayudar en casos de niños con problemas de auto estima, niños con trastornos alimentarios y con problemas de drogas y otras adicciones. De especial interés es la práctica del karate do para niños y procedentes de familias disfuncionales, con problemas de conducta e incluso en casos de niños delincuentes. En algunos estudios la mejora en el caso de niños con problemas de conducta o problemas emocionales conseguida mediante un programa de karate do era incluso superior al tratamiento psicológico tradicional.

El karate do, es uno de los deportes donde se practican los elementos tradicionales del budo japonés tales como son: entrenamiento físico, katas (formas), control de la respiración, concentración, desarrollo del ki (energía interna), aspecto teórico del arte y la meditación zen. Estos elementos de la tradición y cultura japonesa son los que engloban el kan ji “DO” (vía o senda) y que permite que esta actividad sea mas que una actividad meramente física de contacto y defensa personal, el DO es lo que convierte esta actividad en un arte marcial, con todos los elementos básicos para la formación integral de la persona y su debida estructuración frente a la sociedad.

Es importante destacar que autoestima y asertividad no es lo mismo que narcisismo y agresividad. Mientras el narcisismo es el grandioso sentido de la propia importancia, la autoestima es el aprecio hacia uno mismo pero incluye el respeto y aprecio hacia los demás. La asertividad es una forma de auto afirmarse: de hacerse valer y conseguir lo que es justo, pero sin agresividad y conservando el respeto hacia los demás. Quizás aquí está la llave por qué el arte marcial tradicional aumenta la asertividad, pero disminuye la agresividad: muchas personas son agresivas precisamente por una falta de autoestima; sus sentimientos de inferioridad no permiten otra conducta, sienten una necesidad de denigrar a los demás para sentirse mejor o superior ellos (afán de superioridad). Por eso, un niño con buena autoestima no tiene necesidad de ser agresivo. Y curiosamente, aunque se supone que el arte marcial prepara para enfrentarse a un posible ataque, algunos alumnos (sobre todo chicos) comentan que se ven menos implicados en luchas callejeras. ¿Por qué? La práctica del arte marcial, a la hora de aumentar la autoestima y auto-confianza, puede dar una sensación de mayor capacidad para defenderse, y ésta se traduce en una actitud más tranquila y a la vez más resuelta (¡pero no desafiante!) a la hora de encontrarse con un posible atacante en la calle, y éste, al percibir esta actitud, puede desistir de antemano (estado de kamae y sanshin).

La práctica del karate do influye positivamente en los niños por favorecer la educación de la voluntad y asunción de las normas de convivencia, el proceso de identificación con el propio yo, el proceso de sociabilización y la condición física, entre otros beneficios.

El Karate do es un arte marcial japonés que combina el desarrollo físico y la búsqueda de beneficios mentales y espirituales, a través de un entrenamiento especial. También es una actividad educativa orientada a desarrollar la personalidad, la habilidad y la destreza física, además de un efectivo, eficiente y práctico sistema de defensa personal. El karate do puede enmarcarse en las siguientes definiciones: es un ejercicio físico, una disciplina educativa, un arte marcial, actividad social, un deporte completo, un método de defensa personal, un juego instructivo y una actividad psicomotora. Los objetivos que persigue esta disciplina es educar, mejorar física, emocional y mentalmente, además de socializar.